En este artículo analizamos cómo trabajar la salida de presión en Fútbol Sala, centrándonos específicamente en la situación de saque de portería.
Aunque superar la presión defensiva puede darse en múltiples contextos, aquí abordaremos cómo hacerlo sin recurrir exclusivamente a movimientos prefabricados, sino apoyándonos en conceptos individuales del juego y en las normas de la competición.
Condiciones para una salida de presión eficaz
En la salida de presión desde el saque de portería tienen relevancia principalmente los siguientes aspectos que vamos a ir detallando
Posicionamiento Inicial
El posicionamiento inicial hace referencia a la disposición de los jugadores justo antes de que el portero ponga el balón en juego. Su importancia radica en identificar dónde aparece el espacio libre que debemos atacar.
Según el sistema utilizado, esta distribución puede variar. Las más habituales son:
- 3-1: el pívot fija al cierre y puede arrastrarlo a una zona concreta para liberar el lado contrario.
- 4-0: el espacio se encuentra principalmente a la espalda de la defensa.
- 2-2: existe predominancia de espacio libre en el eje central de la pista.
- Otras variantes: más orientadas a salidas de presión pre-fabricadas.
Fintas
Independientemente del sistema, si la defensa desea presionar deberá situarse cerca de su marca para disputar el balón en la recepción. Por ello, el atacante necesita separarse de su defensor mediante fintas creíbles que amenacen su espacio.
Para que una finta sea eficaz debe cumplir:
- Ser creíble para generar duda real en el defensor.
- Amenazar su espacio superando su hombro más alejado.
- Si el defensor no reacciona, el atacante debe continuar el desplazamiento y superarlo.
Orientación Corporal
Uno de los fundamentos más importantes del Fútbol-sala en cualquiera de sus situaciones.
Cuando el atacante recibe mal orientado estará invitando al defensor a subir la presión.
Normas del juego y su impacto en la salida de presión
La salida de presión varía principalmente según exista o no la norma de campo, es decir, si el portero puede o no superar la media pista con un saque directo sin que el balón toque el suelo en campo propio.
Sin norma de campo
El juego directo al pívot o a la espalda de la defensa está disponible, lo que reduce la agresividad de la presión rival por temor a ser superados de forma inmediata.
Con norma de campo
El saque debe botar en media pista propia. Algunas soluciones:
Desde 3-1
- Abrir o limpiar el eje para que aparezca el pívot y exista opción de saque directo.
- Ofrecer apoyo del cierre al ala con balón, situándose por detrás de la línea de pase para iniciar desde una zona menos presionada.
Desde 4-0
- Trabajar fintas para recibir y generar dualidades.
- Movimientos de arrastre o giro para liberar el lado débil.
Y fundamental, el uso del área, ya que se trata de un espacio libre de defensores hasta que el balón se pone en juego y por lo tanto, el balón en un primer instante no va a estar lo suficientemente presionado para que no se pueda realizar una continuación en el juego.
Entrenamiento de la salida de presión
Para entrenar la salida de presión desde el saque de portería debemos definir el enfoque:
Movimientos pre-fabricados
El entrenador indica dónde debe desplazarse cada jugador. Se reduce la toma de decisiones, pero resulta útil en contextos de alto rendimiento o cuando la presión rival supera al equipo.
Juego mediante fundamentos
Opuesto a lo anterior: el jugador decide en función de los fundamentos individuales del juego.
Movimiento inicial pautado + juego libre por fundamentos
Modelo intermedio: se pauta el movimiento inicial y el resto queda sujeto a la toma de decisiones del jugador.
Por último, debemos tener claro que trabajar salidas de presión en espacios reducidos (28x20m, 28x15m,...) añade una mayor complejidad, mayor incluso que la que el jugador se encontrará en el juego real.
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