En este articulo vamos a tratar de ofrecer soluciones para atacar una defensa cerrada por parte del rival. Para ello vamos a explicar las características de este comportamiento defensivos y, posteriormente, proponer algunas opciones para tratar de superarlo.
Características de una defensa cerrada
Antes de plantear soluciones ofensivas, es fundamental comprender qué define a una defensa cerrada:
- Espacio reducido: Se trata de un sistema defensivo que ocupa una superficie muy delimitada cercana a su portería, normalmente inferior a los 20x20 metros. Esto limita al máximo los espacios tanto a la espalda de los defensores como entre líneas, dificultando el juego interior.
- Facilidad en ayudas y coberturas: Al concentrarse en un espacio reducido, los defensores están muy próximos entre sí. Esto facilita enormemente las coberturas y ayudas defensivas, lo que obliga al ataque a trabajar con mayor precisión y movilidad.
- Comportamiento zonal: Este tipo de defensa suele funcionar con un comportamiento zonal, no individual. Por lo tanto, el ataque debe adaptarse a la lógica de este sistema.
- Espacio a la espalda de los atacantes: Al obligar a los atacantes a acercarse al área para generar peligro, se crea un amplio espacio a su espalda. En caso de pérdida de balón, el rival puede aprovechar este espacio para lanzar transiciones rápidas y peligrosa.
Estrategias para superar una defensa cerrada
Una vez entendidas sus características, pasamos a las principales estrategias ofensivas para superar este tipo de defensa:
1. Conexión con el pívot
Buscar al pívot es una de las formas más eficaces de romper la estructura defensiva cerrada. Esta acción obliga a la primera línea defensiva a girarse, desorganizando su posicionamiento y perdiendo parte de sus ventajas.
Es crucial que, una vez establecida la conexión con el pívot, se realicen al menos dos movimientos de entrada sobre él para generar opciones de finalización.
Además, si el pívot domina el juego de espaldas, se pueden crear aclarados hacia su pierna dominante para favorecer el giro y la finalización.
2. Generar situaciones de 2 contra 1
Como en cualquier defensa zonal, crear superioridades frente a 1 defensor es clave. El 2vs1 obliga al defensor a decidir y la duda genera líneas de pase y abre opciones de progresión. Algunos movimientos eficaces para esto son:
- Bloqueo ciego + continuación desde el pívot:
- Bloqueo en banda + ataque del cambio para conectar con el pívot en el eje:
- Sobreposiciones por banda o en zona frontal:
- Cortina inversa o entrada rodada
3. Aprovechar el 1 contra 1
En estas situaciones, cobra especial importancia el rol del jugador de la banda contraria. Este no solo debe buscar el aclarado para eliminar la ayuda defensiva, sino que además será el primer defensor en caso de pérdida de balón, asegurando el balance defensivo del equipo.
Con estas claves, el ataque puede enfrentarse a defensas cerradas con mayores recursos tácticos, variabilidad y eficacia, manteniendo siempre el equilibrio necesario ante posibles transiciones del rival.
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