Cómo diseñar un modelo de juego en Futsal paso a paso: factores clave y recomendaciones

 En este artículo vamos a abordar uno de los pilares clave para cualquier entrenador de deportes colectivos con balón: definir el modelo de juego que quiere implantar en su equipo.

¿Qué es el modelo de juego?

Es el conjunto de comportamientos y estructuras que adopta un equipo en las distintas fases del partido. Dicho de forma sencilla, es la manera en la que el equipo actúa en ataque, defensa y en las acciones a balón parado.

Factores a considerar al diseñar un modelo de juego

1.- Plantilla

El modelo de juego dependerá en gran medida de las características de los jugadores. Es fundamental valorar el nivel técnico, la comprensión del juego y las condiciones físicas.

Este es el punto de partida más importante: el modelo debe adaptarse a lo que los jugadores pueden ofrecer para maximizar su rendimiento.. 

2.- Condiciones de entrenamiento 

Otro elemento determinante son los recursos disponibles en el día a día:

  • ¿Cuántas sesiones se realizan a la semana?
  • ¿Qué duración tienen?
  • ¿Se dispone de pista completa?

No es lo mismo contar con cuatro sesiones semanales de dos horas que con solo dos entrenamientos de una hora y media. El tiempo y el espacio disponibles condicionan la profundidad y el ritmo de trabajo.

3.- Competición

Conocer el formato de la competición y, sobre todo, analizar a los rivales es clave. Por ejemplo, saber si un oponente defiende en zona o individual puede ayudarnos a preparar un juego ofensivo que lo contrarreste de manera más eficaz.

Aspectos a definir dentro del modelo de juego

Ataque Posicional: 

Es importante valorar si contamos con un pívot dominante que nos permita sacar partido a un sistema 3-1, o si resulta más conveniente optar por un 4-0.

  • El 3-1 suele ser más fácil de asimilar y da resultados con menor necesidad de interpretación del juego.
  • El 4-0 exige más lectura y coordinación, lo que lo convierte en un sistema más lento de asentar.

Defensa posicional:

Otro aspecto que deberemos pautar es si queremos jugar con una defensa individual, con cambios o en zona. Aquí puedes encontrar las ventajas y desventajas de cada modelo.

Si además, eliges un modelo defensivo con cambios tendrás que pautar cuando se hace el cambio (por campo visual, según corte del atacante, según al presión al balón,...).

En este punto, volvemos a dar la importancia que tiene el tipo de jugar con el que contamos. Si disponemos de un equipo que será físicamente superior a la mayoría de rivales podemos optar por un modelo individual, mientras que si estamos en la situación contraria nos puede dar mejores resultados la defensa en zona. 

No debemos olvidarnos de si queremos un equipo con una defensa alta, media o baja y ante que situaciones se modifica la altura defensiva. 

Transiciones Ofensivas

Es en este apartado cuando decidiremos que acción realizar tras la recuperación del balón, en el cambio de rol defensa-ataque. Principalmente podemos seguir dos caminos diferentes: 

- Recuperar balón y correr: esta decisión es recomendable con jugadores rápidos y que físicamente sean superiores a los rivales pero además que tengan una buena toma de decisiones para evitar la contra de la contra. 

- Recuperar balón y pausarlo: podría ser la mejor opción ante un equipo con menores condiciones físicas que priorice el control, ataque posicional y evitar riesgos de perdida de balón. 

 Transiciones Defensivas: 

Otro de los aspectos del juego en el que el entrenador deberá tomar una decisión que se basa en múltiples componentes decisionales. Vamos a resumirlos en dos: 

- Activación tras perdida: objetivo recuperar el balón lo antes posible, lo que requiere de jugadores agresivos en la presión y un equipo que mantenga las líneas juntas en ataque. 

- Temporizar: evita riesgos al buscar que el equipo esté reorganizado y reagrupado pero es mucho menos agresivo a la hora de recuperar el balón. Además, exigirá de repliegues más intensos. 

Pero no podrá ser la misma acción ante diferentes alturas defensivas porque no será lo mismo una perdida de balón a 5 metros de la portería rival que a 10m de la portería propia. En el primer caso nos puede interesar una rápida activación que presione al rival en una zona muy peligrosa para ellos y en el segundo caso, el principal objetivo defensivo será evitar la finalización del equipo contrario. 

Conclusión

Definir un modelo de juego requiere integrar todos estos factores, siempre con el objetivo de sacar el máximo partido a las cualidades de los jugadores. El entrenador debe actuar como un facilitador que potencie las virtudes colectivas y minimice las limitaciones, adaptando el equipo a las circunstancias y recursos disponibles.

 

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